Según fuentes oficiales, el 6% de la población del Perú no tiene acceso a electricidad, de ahí el interés y popularidad que está ganando la energía fotovoltaica en zonas aisladas.
Cada vez la energía fotovoltaica y eólica resulta más barata y está al alcance en las zonas más remotas, pero no supone más del 3% de la energía consumida en el Perú, aunque se augura un aumento potencial de la demanda.
A pesar de que su crecimiento desde la perspectiva de muchos puede ser demasiado lento, hay empresas que apuestan por el cambio energético y demuestran que es posible la autonomía energética incluso para grandes corporaciones. Un ejemplo podría ser la compañía WWF del Perú Internacional, que entre su estrategia integral busca impulsar la eficiencia energética en todos los niveles, y consecuencia de los altos precios de la energía fosil ha apostado por alternativas energéticas.
La portavoz de la empresa WWF Internacional ha comunicado que su reciente instalación de paneles solares ha cubierto el 35% del consumo actual energético con una capacidad energética de 7kW. De hecho, la compañía tiene intención en aplicar este cambio energético en todas las oficinas que tiene distribuidas por el mundo y conseguir una autonomía del 70% de la demanda energética de las oficinas.
Otra prueba de que la transición energética también está al alcance de grandes corporaciones.