La central de Mühleberg, con casi 50 años de actividad y situada cerca de Berna, fue apagada para siempre. El cierre de una de las plantas más importantes del país viene dado por el objetivo de detener la producción total de la energía atómica antes de 2050.
Este proceso de desmantelamiento nuclear está siendo muy aplaudido por el pueblo suizo y su expectación es tal que el apagado de la central (duró 3 segundos) fue retrasmitido por los canales suizos. Las televisiones nacionales y locales emitieron un primer plano de como se apagaban los botones. A primera vista, está retransmisión puede parecer absurda, pero se trata de un símbolo que deja entrever el cambio energético que está teniendo lugar en el mundo.
Las palabras de su gerente al apagar los reactores, tan escuetas como simbólicos pasarán a la historia de suiza: ‘El reactor ahora está apagado’.
La presión del reactor se reducirá constantemente y la temperatura del agua se reducirá de 280 º a menos de 100 º.
Este reactor nuclear, a menos de 20km de la capital suiza, llevaba activo desde 1972 y era el encargado de producir el 5% de la energía eléctrica de toda suiza.
El operador de esta central, el productor y distribuidor de energía BKW destacó tanto la buena organización como la rentabilidad de este gran proyecto que ha tenido lugar durante 47 años.
Para finalizar, se destacó que esta central nuclear, ha generado energía para cubrir la demanda eléctrica de la capital suiza, Berna, durante 100 años.
La planta será completamente desmantelada durante los próximo 5 lustros. Tal es la envergadura de esta que se necesitarán 200 personas para su desmantelamiento.
Para finalizar su desmantelamiento y destrucción de todo el material para general electricidad como generadores, turbinas y reactores se alargará hasta finales del tercer trimestre de 2020.
No se han hecho esperar reacciones de todo tipo y es que tanto los trabajadores como los habitantes del lugar destacaron sentirse tristes ya que la planta formaba parte del paisaje del lugar teniendo una mezcla de orgullo y tristeza.
Por otra parte, la ministra suiza de Transporte y Energía, Simonetta Sommaruga destacó que el futuro energético del área estaba asegurado y la los paneles solares y las centrales hidráulicas serían los nuevos protagonistas.