China e India llevan desde hace años una especie de batalla competitiva en el sector fotovoltaico, por demostrar qué país es el que más invierte en energías limpias. Hasta el momento sus proyectos fotovoltaicos han beneficiado a aeropuertos y puertos marítimos entre otros, y actualmente India despunta en la planta solar más grande del mundo.
Con un presupuesto de 2.530 millones de dólares, Shakti Sthala ubicada en Pavagada, en el distrito de Tumakuru Karnataka al sur de India se ha convertido en la instalación fotovoltaica más grande del mundo, dejando a China en el segundo puesto fotovoltaico.
Shakti Sthala abarca una superficie de 5.261 hectárea y se prevé su funcionamiento normalizado para finales del 2018, actualmente la planta Shakti Sthala está generando 600MW pero para finales de esta año se estima una generación de hasta 2GW de energía.
El proyecto arrancó con la inversión pública y la filosofía de arrendar a los agricultores el terreno necesario para desarrollar en proyecto, con un contrato de arrendamiento de 25 años y un pago anual de 130 dólares por hectárea, con un incremento del 5% cada 5 años. De esta forma se trata del primer proyecto fotovoltaico en el que los agricultores son socios y beneficiarios de una inversión fotovoltaica de naturaleza pública.
Este proyecto ha incentivado las inversiones privadas, ha fomentado la creación de nuevos puestos de trabajo y ha demostrado que el potencial fotovoltaico no entiende de barreras.
Según ha afirmado Siddaramaiah, el primer ministro de Karnataka, con la apertura de Shakti Sthala su estado ya es el tercer mayor productor de energía renovable en el país, cuyo objetivo es alcanzar al menos el 20% de la generación de energía nacional.
Con esto actualmente India se sitúa en el primer puesto en materia de instalación fotovoltaica, China en segundo lugar, y Estados Unidos en tercer lugar.