Entre los distintos tipos de protecciones eléctricas encontramos a los fusibles. Se trata de un tipo de accesorio de amplio uso en instalaciones eléctricas en viviendas y empresas. La efectividad del fusible lo convierte en la opción recomendada en todo tipo integrar en un circuito eléctrico. Veamos a detalle el funcionamiento de un fusible eléctrico.
¿Qué es y para qué sirve un fusible?
Un fusible eléctrico es un dispositivo de protección que se compone por un elemento resistor en su interior. El resistor suele tratarse de un fino hilo conductor, usualmente de cobre, que está diseñado para soportar una determinada cantidad de corriente. La cantidad de corriente que soporta cada fusible se encuentra expresada en amperios (A). Así encuentra fusibles de 15A, 32A, 50A, etc.
Cuando el sistema eléctrico experimenta un aumento de corriente o se excede el límite para el que fue diseñado, este fino hilo se calienta y se funde. Al fundirse el resistor se interrumpe el paso de la corriente en el circuito eléctrico impidiendo que esta se desplace y afecte a los demás equipos.
Un fusible sirve para prevenir los siguientes problemas:
- Es una barrera entre el circuito eléctrico y las personas para salvaguardar su integridad.
- Evita los cortocircuitos y previene las sobrecargas.
- Protege los equipos conectados en caso de presentarse un problema en el circuito.
- Evita daños mayores como incendios en caso de presentarse problemas eléctricos.
Emplear un fusible es una forma segura de proteger su instalación. Recuerde que si este llega a quemarse, es porque ha cumplido su objetivo de detectar el problema. Deberá localizar el origen de dicho problema y realizar el cambio del fusible por uno nuevo de iguales características.
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